Ya no hablamos de entornos VUCA (volátil, incierto, complejo, ambiguo), ahora ya hablamos de entornos BANI (quebradizos, ansiosos, no lineales, incomprensibles). Bajo esta premisa,
¿Qué puede hacer una empresa que busca su sostenibilidad en el tiempo?
Hay muchos factores que ya no dependen de nosotros, muchas normas y reglas que en los nuevos entornos dejan de funcionar, tan sólo los valores y principios claros de la organización es lo que tenemos seguro y sobre lo que sí podemos actuar.
Es por esto por lo que un propósito de empresa claro, y el compromiso de cada uno de los miembros de la empresa con ese propósito, es lo que hará posible estructuras fuertes y sostenibles que sean capaces de adaptarse a esos entornos nuevos.
Conseguir que los diferentes grupos de interés lleguen a comprometerse con una organización hace necesario que se produzca un primer paso importantísimo, lograr su confianza.
La confianza es la puerta al compromiso, para alcanzarla: tan sólo una cultura de empresa clara basada en valores hará posible la magia. La confianza una vez conseguida, es muy delicada, se tarda mucho en conseguirla y la perdemos en un segundo, ¡CUIDÉMOSLA!
Desde la dirección creemos en esto y día a día luchamos por conseguir el compromiso de las personas que forman parte de nuestra organización. Para ello, que mejor que comprometernos nosotros con los diferentes grupos de interés, desarrollar la Responsabilidad Social desde la organización como un punto más de nuestros objetivos. Ser coherentes con nuestros valores escritos y demostrarlo día a día con nuestras acciones. Seguir contribuyendo A ALCANZAR UN MUNDO MEJOR.
«Nunca seas demasiado grande, como para dejar de hacer las pequeñas cosas que se necesitan hacer«
(Álvaro Merino)