Cuando las cargas son mayores, de hasta 10.000 kg, se instalan este tipo de elevadores, que funcionan con un sistema hidráulico. No disponen de cabina y no pueden ser utilizados por personas. Pueden alcanzar una altura de 12 metros con una velocidad de 0,10 m/sg. Prácticamente se pueden instalar en cualquier sitio y las medidas son en función de las necesidades del cliente. Las dimensiones máximas son de 3 m x 2.5 m. Se utilizan para subir cargas en fábricas y plataformas logísticas y para subir coches en talleres. Cuentan con amplias medidas de seguridad: acuñamiento por rotura de cable, válvula paracaídas hidráulica, batería de emergencia por corte de fluido eléctrico y renivelación automática.

Los elevadores de carga no requieren de ninguna obligación de mantenimiento aunque es recomendable para alargar su vida útil.

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